Los colibrís se han acostumbrado a ver a los seres humanos en sus hábitats y volarán hasta cualquier persona en la que sientan que pueden confiar, por ello ante el devastado medio ambiente generado por diversos factores, estos polinizadores construyen sus nidos en las viviendas de las personas.
Una vez que se aparean, el macho se separa de la hembra y esta construye un nido que consiste en una estructura que incluye musgos, hojas muertas, líquenes, ramitas, plumas y hasta pelo e hilo durante unos 10-15 días.
El objetivo principal del colibrí es asegurarse de que sus pequeños tengan una protección adecuada contra el viento, la lluvia, el sol y los depredadores, por lo que eligen lugares para sus nidos que sean seguros y estén protegidos.
Si alguno llega a tu casa para hacer de este su hogar, permíteles que permanezcan que solo lo harán por el tiempo en que crezcan sus crías, después volarán y algún día regresarán a lo que fue su zona de confort.