En todos los parques de pelota caliente en donde estuvo, Joshua Gibson fue una fuerza desenfrenada de la naturaleza, un bateador portentoso  en las Ligas Negras de los Estados Unidos. El racismo, quizá la muerte, tal vez el desdichado destino no  permitió al también conocido como el “Babe Ruth Negro” jugar en las Grandes Ligas de Beisbol. 

El Profesor Rogelio Augusto Letusé La O, en su libro Aquí se habla de grandes, se refiere a él:  “Este es el bateador más temido por los lanzadores. Alto, de pecho ancho, buenas piernas, brazos flexibles y poderosos, manos inmensas para envolver el bate y el swing más dulce del mundo. Añádale a ello un gran amor por el béisbol, un deseo insaciable por batear y un talento prodigado por Dios para combinar vista, mente y músculo en un swing arrollador, y ahí tiene a Josh Gibson en el plato…”

A finales del 2021 el aparato directivo de la  Major League Baseball (MLB) tomó la decisión de  otorgarle a las desaparecidas Ligas Negras  el reconocimiento que las equipara histórica y deportivamente con las Grandes Ligas de beisbol.

Al respecto, el alto  comisionado de la máxima liga de beisbol en el mundo,  Rob Manfred, dijo:  “Esta iniciativa se enfoca en garantizar que las futuras generaciones de fanáticos tengan acceso a las estadísticas e hitos de todos los que hicieron posibles las Ligas Negras. Sus logros en el terreno serán el umbral de un aprendizaje más amplio sobre este triunfo en la historia de Estados Unidos y en el camino que llevó al debut de Jackie Robinson en 1947 con los Dodgers”.

Con esta incorporación de  las estadísticas de más de 2 mil 300 peloteros de las Ligas Negras  tras un proyecto de investigación de tres años, 77 años después, Josh Gibson se convirtió en el líder histórico de bateo  de las Grandes Ligas de Beisbol esta misma semana, con un promedio general de .372, para rebasar el .367 de Ty Cobb. Acorde  a esta misma investigación de MLB, el promedio de bateo de .466 de Joshua Gibson para los Homestead Grays en 1943  es el más alto para una temporada en toda la historia del beisbol profesional en los Estados Unidos.

De acuerdo a Baseball Reference, Gibson nació el 21 de diciembre de 1911 en la sureña ciudad de  Buena Vista, en el Estado de Georgia USA. El Gorila como le conocían,  está considerado por los conocedores  del beisbol como el hombre con más poder en la caja de bateo en toda la historia de ese deporte. Jugó en diversas ligas del Caribe. El magnate Jorge Pasquel, lo trajo a México en 1940 y 1941 para jugar con los Azules del Veracruz. Fue el primer jugador en la Liga Mexicana  en conectar tres jonrones en un partido dos veces en una misma campaña; una vez  en el desaparecido  Parque Delta en un domingo contra los Rojos del México y la otra ocasión en Chihuahua.

Joshua Gibson tuvo todos los merecimientos para ser él quien debutara primero en la gran carpa del beisbol. Nunca pudo hacerlo. El infortunio cruzó por su camino. Murió a consecuencia de un derrame producto de un tumor cerebral cuando solo tenía 35 años. No jugó con los blancos en la Major League Baseball  en aquella época estúpida de la segregación racial; sin embargo, 25 años después de su desaparición física “Trucutrú” fue exaltado al Salón de los inmortales del beisbol   de Cooperstown en 1972. Allí se acredita que casi alcanzó  800 jonrones en su carrera de 17 temporadas en las Ligas Negras. El historiador del béisbol John Coates, establece la cifra  en 883 vuelacercas, un registro muy por encima de los 762 que conectó en su carrera beisbolística Barry Bonds.

Para esta campaña 2024, el súper estrella japonés Shohei Ohtani firmó un contrato impensable de 700 millones de dólares para jugar 10 años con los Dodgers de los Ángeles. No podemos  imaginar  cuánto hubiera costado la contratación por algún equipo de la MLB del gran Joshua Gibson si hubiese vivido en estos años. Los hubieras no existen, cuando las puertas de la MLB se abrieron para los jugadores de color Gibson ya estaba enfermo; producto tal vez de haberse  entregado a una vida disipada, al alcohol; quizá,  por las  desilusiones y  la crueldad del racismo y la muerte  de su esposa que, según dicen los entendidos nunca  pudo sobrellevar. 

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