Cientos de hogares oaxaqueños, celebran hoy a San Judas Tadeo, Abogado de las Causas Difíciles e Imposibles.
La historia de este San Judas Tadeo se remonta hace cuatro décadas, cuando una devota llamada Julia Alonso intentó cederla al convento del Santo Ángel y al Salvador sin éxito porque le comentaban que «ya tenían muchos santos» entre sus muros. Finalmente, acabó en la sede de la cofradía del Silencio porque su abuelo pertenecía a la corporación y la junta de entonces accedió a colocarlo en el atrio.
Los primeros fieles pudieron ver a San Judas Tadeo regalado por Alonso en mayo de 1981. A partir de ese momento, comenzó una devoción que se transmite de generación en generación porque hay abuelos que llevan a sus nietos a este enclave y le hablan del santo y de sus milagros. Muy conocidas también son las estampas de la imagen con un fondo de un damasco rojo que se encuentran en muchas mesitas de noches de los hogares sevillanos.
Cabe recordar que los elementos iconográficos que acompañan a San Judas Tadeo son la palma, símbolo del martirio, y el hacha con la que se le cortó la cabeza según las diversas tradiciones existentes desde el siglo I de nuestra era. La corporación intentó cambiar a San Judas por una de más calidad y los devotos se quejaron por lo que se acordó volver a colocar esta talla relacionada con las que hacía la fábrica de imágenes religiosas del municipio de Olot en Gerona.