México y Guatemala acordaron realizar operaciones conjuntas de seguridad en su frontera luego de que cientos de mexicanos huyeran de Chiapas recientemente al país vecino ante una ola de violencia de los cárteles del crimen organizado que dominan la zona y por el temor de que recluten a sus hijos.
«Los dos países acordaron realizar operaciones coincidentes, tanto terrestres como aéreas, en ambos lados de la frontera, mantener mecanismos de comunicación permanentes y convocar a finales de agosto a una reunión de alto nivel del Grupo de Alto Nivel de Seguridad México-Guatemala», informaron ambos gobiernos en un comunicado conjunto.
El acuerdo se alcanzó tras una reunión binacional entre los cancilleres y funcionarios de seguridad y migración.
Desde el 23 de julio alrededor de 400 mexicanos han huido de la localidad fronteriza de Amatenango (estado de Chiapas, sur) escapando de la violencia. Unas 207 personas permanecen en el municipio guatemalteco de Cuilco, informó más temprano la canciller mexicana, Alicia Bárcena.
«Lo que más le ha preocupado a estas familias es que han comenzado a reclutar jóvenes (…), por eso han cruzado» la frontera, dijo la canciller durante la habitual conferencia de prensa del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Añadió que el reclutamiento forzado ocurre en el marco de «constantes enfrentamientos» entre dos bandas criminales.
Bárcena detalló que las 207 personas que están en Cuilco recibieron un certificado de permanencia humanitaria por 30 días de parte del gobierno de Guatemala, en tanto 61 han regresado a sus hogares.
Las demás están en poblaciones vecinas o van y vienen a través de la frontera para cuidar sus bienes del lado mexicano.
La canciller explicó que autoridades mexicanas ofrecieron a los desplazados trasladarlos a un albergue en la ciudad de Tapachula, pero la mayoría prefirió quedarse en Cuilco debido a la cercanía con sus comunidades.
México también se comprometió a implementar un plan de atención para Amatenango consistente en programas y apoyos sociales, así como de atención a la salud en las comunidades afectadas, «que incrementará la presencia de las fuerzas» del ejército mexicano en la zona, indicó el comunicado.