Imagínate a Juana Romero como una verdadera rockstar de los negocios, pero en la época de los bigotes y los sombreros. ¡Una mujer que no le tenía miedo a nada ni a nadie! Ella sola construyó su imperio, y claro que eso le ganó envidias.
Tenía enemigos poderosos, como ese tal Apolinar Márquez, al que ella llamaba con cariño «el tinterillo ese». ¡Un tipo que se creía mucho y quería hacerle la vida imposible! Pero Juana era como un tanque: nada ni nadie podía detenerla.
Con su trabajo duro y sus valores bien puestos, dejó en ridículo a todos los que intentaban tumbarla. Esos que cambiaban de bando por un puñado de monedas, esos que se vendían al mejor postor… ¡Pues contra Juana no podían! Su valentía y fuerza eran imparables.
Hoy en día, muchas mujeres nos enfrentamos a situaciones similares. Pero la historia de Juana nos demuestra que siempre hay esperanza. Que el bien, tarde o temprano, siempre triunfa. ¡Así que chicas, a levantar la cabeza y a seguir adelante!
Autora Julia Astrid Suárez