#UnDíaComoHoy de 2017 se produjo el sismo de mayor magnitud registrado instrumentalmente en México: 8.2 en el Golfo de Tehuantepec.
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“La naturaleza no tiene palabra”, dijo Carlos Valdés, director general del Centro Nacional para la Prevención de Desastres, tras los terremotos de septiembre de 2017. Se refería a que los temblores siempre nos toman por sorpresa. Aún no sabemos calcular los plazos secretos que cumplen las rocas subterráneas.
En el siglo XIX, un autor menos conciso pero más elocuente, Charles Darwin, experimentó en Chile un temblor sobre el que escribió: “Un terremoto intenso destruye en un instante nuestras más antiguas asociaciones: la tierra, emblema de solidez, se ha movido bajo nuestros pies como una fina corteza sobre un fluido –un segundo de tiempo ha creado en la mente una extraña sensación de inseguridad que horas de reflexión no nos habrían provocado”.
Es exactamente lo que sentimos los habitantes de las regiones afectadas por los sismos del 7 y el 19 de septiembre de 2017.